Principal comentario crítico
3,0 de 5 estrellasLo he devorado
Revisado en España el 2 de abril de 2022
Ambientada en Estocolmo, los autores nos mueven por dos hilos temporales, uno en Kvibille en 1982 al que iremos por medio de flashbacks y otro en el presente con el desarrollo de la investigación policial. La perspectiva narrativa es variable, lo que le da más movimiento en el desarrollo.
El ritmo es pausado aunque no paran de pasar cosas y lo cierto es que lo he devorado.
Hay bastante parte de la novela dedicada a conocer tanto a Vincent como a Mina, sus vidas, sus relaciones familiares y sus problemas personales. Incluso también se le dedica tiempo en este sentido al resto de componentes del grupo de investigación de la policía. Puede parecer que esto lastra la lectura pero a mí me ha gustado y me ha resultado un foco más de intriga e interés.
Tal vez haya mucho cliché del género en cuanto a los personajes pero la trama criminal y su desarrollo me ha mantenido muy intrigada y casi hasta el último momento no logré adelantarme a la resolución final.
Mina y Vincent me han parecido dos personajes interesante, también es atractiva la relación personal que van forjando entre ellos. Añadamos que tienen secretos que vamos a ir averiguando durante la lectura aunque los de Mina se quedan a medias y es un gancho para la continuación de esta serie policíaca.
No me parece una novela imprescindible pero lo cierto es que yo lo he pasado en grande con su lectura y leeré la continuación de esta saga en la que el siguiente volumen se publica en breve en Suecia.
Una cosa mala, los bollos de canela solo aparecen una vez y eso sí me ha cabreado.